Limpieza de grafitis, una cuestión de rapidez y eficacia
Artículo revisado por el Comité
Proceder a su desaparición definitiva no siempre resulta fácil, ya que en función del material sobre el que se hayan ejecutado deberán utilizarse unos u otros productos específicos.
Proceder a su desaparición definitiva no siempre resulta del todo fácil, ya que en función del material sobre el que se haya ejecutado deberán utilizarse unos u otros productos de limpieza específicos. Conocer de antemano qué tipo de soluciones son las más adecuadas para actuar en cada caso concreto es fundamental en la eliminación de grafitis, ya que de este aspecto y de la rapidez con la que hayan sido descubiertos dependerá el éxito del resultado final.
Si bien la velocidad de actuación constituye uno de los principales aspectos a la hora de eliminar este tipo de dibujos, lo cierto es que resulta tan o más imprescindible conocer de antemano sobre qué material se ha realizado el grafiti. Este tipo de superficies pueden ser rugosas o lisas en función de si la pintura o el spray se ha extendido sobre muros y paredes exteriores, ventanas o puertas o pavimentos y señales de tráfico. Vidrios, maderas, ladrillos y aluminios constituyen los materiales que más suelen compartirse bajo este tipo de actividades, de manera que no todas las técnicas de limpieza son igual de efectivas cuando se procede a la eliminación del grafiti. Además, algunas de estas superficies pueden estar pintadas con material protector, por lo que debe tenerse muy en cuenta qué técnica es la mejor a utilizar en cada caso.
Escoger el método más adecuado para hacer desaparecer el grafiti no siempre puede estar al alcance de nuestras manos. Mientras que los recubrimientos a base de pintura suelen utilizarse para grandes superficies lisas y pintadas, como paredes blancas o fachadas, los productos químicos o disolventes disponibles para eliminar grafitis sólo deben aplicarse en pequeñas cantidades y sobre materiales como la piedra o el granito. De lo contrario, el resultado puede no ser del todo satisfactorio, por lo que se recomienda probar el producto en cantidades reducidas antes de proceder a su limpieza. Por otro lado, para proceder a la eliminación de grafitis proyectados sobre muros o ladrillos, puede recurrirse al uso de la técnica del lavado a presión. Este método, que proyecta los chorros de agua directamente sobre el dibujo, incluye una pequeña porción de disolvente, por lo que en un tiempo récord puede dar lugar a acabados impecables y sin provocar el desgaste de la superficie.