Limpiar el aire acondicionado: listo para el año que viene

Aunque todavía sigue haciendo calor, el uso del aire acondicionado para paliar las altas temperaturas tiene los días contados este año. En las próximas semanas toca limpiar el aire acondicionado y dejarlo listo para el verano que viene. ¿Sabes qué hay que hacer? Nosotros te lo explicamos.

Antes que nada, es necesario desenchufar la máquina de aire acondicionado. Así evitaremos que suceda algún accidente. Salvo en el caso en el que tengamos en casa una instalación de aire acondicionado por conductos. Si ello es así, no tendremos un split, sino una gran máquina sobre algún falso techo que genera el aire que sale por las rejillas de las habitaciones.

Las máquinas de aire acondicionado se limpian de manera sencilla. Solo tendrás que levantar la tapa y acceder a los filtros para limpiarlos a conciencia, pues es allí donde se acumula todo el polvo y la suciedad. Basta con meterlos en un barreño con agua templada y jabón neutro para dejarlos como nuevo. Tampoco nos debemos olvidar del compresor. Podemos pasar una bayeta por su superficie para eliminar las pelusas y el polvo que el uso habrá depositado. Si tiene mucho polvo, podemos pasar antes un cepillo para quitar lo gordo y después la bayeta.

Una vez que los filtros estén secos, los volveremos a colocar en su sitio y cerraremos la tapa. Con estos sencillos pasos, tendremos el aire limpio hasta el año que viene.

Si en casa tenemos aire acondicionado por conductos, tendremos que hacer algo similar. En este caso, habrá que acceder a la máquina, que estará escondida por un falso techo (normalmente, de algún baño) para poder quitar los filtros y lavarlos. Como en el caso de los splits, bastará con remojarlos en agua templada y jabón para acabar con los restos de suciedad.

Cuando ya estén secos, los volveremos a colocar dentro de la máquina. En el caso de los aires acondicionados por conducto, también habrá que limpiar las rejillas de salida y entrada del aire, así como los conductos por donde circula este. Con la ayuda de una escalera, quitaremos las rejillas y las meteremos en agua templada con jabón. Después, si los conductos están muy sucios o hace mucho que no los limpiamos, pasaremos la aspiradora con cuidado para eliminar el polvo, la suciedad y los insectos que tienden a acumularse en este lugar. Si no está muy sucio, podremos pasar una bayeta húmeda y acabar con el polvo que se haya acumulado durante el verano.

Finalmente, colocaremos de nuevo las rejillas y las cerraremos, si tenemos esa opción, para que no entre frío en las habitaciones o polvo dentro de los conductos.

Aunque es un trabajo aburrido, es necesario que lo hagamos a menudo. Lo ideal es que limpiemos el aire después de cada uso, es decir, que hagamos una limpieza anual en otoño, así como un repaso antes de encenderlo después del invierno. Así nos aseguraremos de que el aire que respiremos esté limpio y sea saludable.