Claves del reciclaje en casa
Artículo revisado por el Comité
Reciclar está de moda, pero también supone tener conciencia social y medioambiental.
El reciclaje no está reñido con la condición social o económica de las personas. Tendemos a considerar que los menos pudientes tienden a reutilizar más y aprovechar mejor las cosas frente a los que presentan una economía más holgada, que suelen derrochar más. Pero eso no siempre es así. Es más, el reciclaje en sí mismo tiene que más que ver con cuestiones políticas y de concienciación ambiental que puramente económicas.
Darles una segunda vida a los objetos supone adoptar una actitud responsable y respetuosa con el medio ambiente, pero también solidaria con los menos favorecidos. Por eso, desde GuiaLimpieza queremos darte las claves para que podáis reciclar en casa.
Cambia tu carro de la compra
El reciclaje también puede extenderse al ámbito culinario, aprovechando mejor los recursos que tenemos a nuestro alcance, apostando por productos naturales y sostenibles y reduciendo la cantidad de basura. Hacer la compra de manera inteligente ayuda a que compremos más en mercados y menos en grandes superficies, que adquiramos menos envases de plásticos, que reutilicemos antiguos embalajes, que empleemos bolsas de tela para el transporte…
Una vez en casa, a la hora de cocinar, se puede reaprovechar las sobras y convertirlas en nuevos platos, como croquetas, purés, caldos…
Separa la basura adecuadamente
Por supuesto, hay que verter los residuos en los lugares correspondientes para su posterior reciclaje, esto es: los plásticos (botellas, latas, tetrabricks, bolsas…) al contenedor amarillo; el papel (folios, cuadernos, cartones de embalaje…) al contenedor azul; el cristal (las botellas, las vasos…) al contenedor azul. Solo la comida, que es biodegradable, debe echarse al contenedor naranja, que es el de orgánico.
En el caso de los aceites de freír, debemos llevarlos al punto limpio más cercano en un tarro de vidrio y allí lo verteremos en un contenedor adecuado para el aceite de cocina. El tarro que hemos usado para llevarlo podemos reutilizarlo para una nueva partida de aceite o bien echarlo al contenedor del vidrio.
Al punto limpio también tendremos que llevar otra serie de productos que solemos tener en casa para depositarlos en su contenedor correspondiente, como medicinas, bombillas, electrodomésticos, baterías, dispositivos móviles y electrónicos, pilas, relojes, radiografías, cartuchos de tinta, escombros procedentes de obras, muebles y demás accesorios de cocina y baño (sanitarios, encimeras, espejos, tuberías), ropa, calzado, tierra y grava que nos haya sobrado del jardín, metales, herramientas, etc.
Reutiliza la ropa
Estar a la última puede convertirse en una obsesión para algunas personas, hasta tal punto que gastan mucho dinero en adquirir siempre las tendencias de cada temporada. Pero lo cierto es que, a día de hoy, mucha gente, cada vez más, viste como quiere o puede, reutilizando prendas de otras temporadas y combinándolas con accesorios para darle un toque nuevo al conjunto. Bajo la óptica del estilo vintage vale todo, así que podemos lucir cualquier prenda con independencia de su estilo o antigüedad. Por eso, aunque nos sobre el dinero, podemos reciclar la ropa, bien dándole un nuevo uso (como trapo de limpieza…), bien dejando que la use otro hermano o familiar, bien donándola para los más necesitados.
Estos hábitos deben ir en consonancia con un aprovechamiento responsable de los recursos, como el agua, el gas o la luz, no solo para ahorrar en nuestra factura sino también para contaminar menos. Utilizar productos de limpieza ecológicos y apostar por el transporte público o la bicicleta son dos claves más que podemos añadir a nuestra rutina para hacer del planeta un lugar mejor.