¿Debo pulir mi suelo de mármol?

El mármol es un material muy delicado y especial. Se trata de una piedra caliza y porosa de apariencia cristalina que, en los suelos, aporta elegancia a la vivienda.

Los suelos realizados en esta piedra suelen acusar el paso del tiempo, las manchas y la suciedad de manera especial, dándole una apariencia sucia y descuidada. En muchas ocasiones, las manchas de orina de los animales de compañía o de suciedad penetran en sus poros y es complicado que el suelo luzca perfecto a pesar de que lo hayamos fregado a conciencia.

Y si no tengo manchas, ¿debo pulir mi suelo de mármol? Aunque hayamos cuidado mucho la superficie, con el paso de los años, el brillo tiende a eliminarse. Los suelos de mármol muestran una apariencia apagada, opaca… Además, caminar por el suelo habrá ocasionado arañazos, picotazos…

A pesar de todo ello, no siempre es necesario pulir el suelo para conseguir que el brillo vuelva aparecer. En las tiendas especializadas podemos encontrar algunos productos que nos ayudarán a eliminar esas manchas y recuperar la apariencia cristalina de nuestro suelo. Los más habituales son las ceras sin diluir y los abrillantadores de suelo para uso doméstico. Si las manchas no son muy profundas y el suelo no muestra huellas de golpes o desconchones, con el uso de estos productos podremos conseguir que nuestro suelo quede como nuevo.

Si el tratamiento con estos productos de limpieza no resulta suficiente, tendremos que acudir a profesionales en la limpieza y cuidado de suelos de mármol para que lo pulan. Ellos decaparán y pulirán su superficie, es decir, rebajarán la superficie del suelo para que quede liso y uniforme. También emplearán, si el suelo así lo necesita, una máquina abrillantadora rotativa que abrillantará y cristalizará el suelo. En algunos casos, los especialistas recomendarán el micropulido o diamantado, que no es otra cosa que un pulido superficial.

Por tanto, en función de cómo esté el suelo de mármol, puede ser necesario pulir y acristalar o únicamente abrillantar. Como ya hemos indicado, muchas veces un diamantado puede ser suficiente, pues con este pulido acabaremos con aquellas manchas y arañazos poco profundos. Otras veces, si solo hay que quitar algunas manchas, el especialista podrá indicar un abrillantado para devolverle el brillo original. En cambio, si el suelo acusa muchos golpes, arañazos, picaduras y desconchones provocados por los tacones o por la caída de objetos al suelo, puede resultar obligatorio pulir el mármol para que el rebaje de su superficie permita eliminar esas huellas que el uso ha dejado en él, porque, al igualar el suelo, la superficie quedará lisa, lista para ser disfrutada durante mucho tiempo. En la mayoría de los casos, tras el pulido, habrá que acristalar.

Por último, ¿cuánto me costará dejar mi suelo como antes? Algunos profesionales cobran por horas, pero normalmente el presupuesto se tarifica por m2. En el mercado los precios oscilan entre los 4 y los 10 euros por m2. De este modo, para calcular el precio aproximado tendremos que saber los m2 que tiene la superficie que se vaya a pulir.

Hacer que nuestro suelo de mármol recupere su apariencia puede ser fácil; si recurrimos a profesionales, el resultado será espectacular: nuestro suelo de mármol brillará como el primer día y estará limpio y libre de manchas.