Cómo limpiar, secar y guardar copas de vino

¿Quieres presumir de copas brillantes ante tus invitados?

30 JUL 2018 · Lectura: min.
Cómo limpiar, secar y guardar copas de vino

Conseguir que las copas de vino queden brillantes y relucientes puede resultar tarea casi imposible. Acabar con las pequeñas manchas que el agua y el detergente han dejado resulta más complicado de lo que creemos.

A todo ello se suma el polvo que muchas veces se acumula en su superficie y los restos de dedos que suelen ser consecuencia, la mayoría de las veces, de haberlas manipulado con las manos sucias.

Por este motivo, en GuiaLimpieza queremos ofrecer algunos consejos para servir el vino en unas copas limpias y brillantes.

Lávalas mejor a mano

En la mayoría de las casas hay lavavajillas y la gente tiende a meter las copas dentro de este electrodoméstico. En los restaurantes es algo habitual, porque limpian las copas a la par que desinfectan, pero en casa tenemos que evitar lavarlas a máquina. En su defecto, emplearemos una esponja suave con jabón neutro. Para enjuagarlas, usaremos agua tibia o ligeramente caliente.

Presta atención también a su exterior

Muchas veces limpiamos en profundidad el borde de la copa y el interior del cáliz, pero le damos una suave pasada al exterior. Y ello es un error. Aquí se acumula también la suciedad. Por eso, una vez hayamos frotado con suavidad con la esponja por dentro, haremos lo propio por fuera para eliminar los restos de agua, salpicaduras, grasa y demás suciedad que pueda quedar adherida a la copa.

Después hay que enjuagarlas bien para retirar el jabón.

Vapor de agua para que luzcan brillantes

Si ponemos a hervir agua en una olla y luego cogemos la copa por el pie y la ponemos sobre el vapor que desprende la cacerola, boca abajo, conseguiremos que, cuando le pasemos el paño seco, el cristal brille más, pues acabará con las huellas de las gotitas que el agua tiende a dejar en el vidrio. Además, esto nos ayudará a confirmar que realmente la copa está limpia por dentro y por fuera

Déjalas escurrir antes de secarlas

Antes de coger un trapo para secarlas, es recomendable dejar que escurra el exceso de agua. Así te será más fácil secarlas. Al cabo de unos minutos, coge un trapo limpio que no deje restos sobre el cristal (hilos, pelusas) y ve secándolas con cuidado, sujetándola por el pie mientras le das vuelta para que el trapo absorba toda la humedad y la seque correctamente.

Para manchas difíciles, usa vinagre

Ya lo hemos comentado en otras ocasiones: el vinagre es un eficaz limpiador. Para el caso de las copas, también. Cuando estas presentan restos de manchas o suciedad que es difícil de limpiar, en vez de frotar con más fuerza, y arriesgarnos a arañar el cristal o romper la copa, podemos echar unas gotitas de vinagre en la esponja y, con agua tibia, limpiar con ella la superficie de vidrio. Este líquido acabará con las marcas de grasa, así como con los restos de carmín que muchas veces se quedan pegados en los bordes de las copas.

Guárdalas en un armario para cristal

Una vitrina o alacena es el mueble perfecto para conservar las copas limpias. Si no tenemos espacio, podemos reservar una tabla o estante en algún mueble de la cocina que esté alejado de los alimentos y del humo de la comida para evitar que puedan ensuciarse o almacenar olores.

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