Historia de los aparatos de limpieza: el aspirador
Artículo revisado por el Comité
Casi 150 años de historia se esconde detrás del aspirador. ¿Quieres saber como eran estos primeros electrodomésticos?
Casi un siglo y medio después de que se inventara el primer aspirador, podemos encontrar en el mercado aspiradores ecológicos que, además, apuestan por el ahorro energético, aspiradores sin ruedas y aspiradores 2 en 1. Toda una evolución de un aparato de limpieza que ha sabido adaptarse a los tiempos que vivimos.
Para bucear en la historia del aspirador tenemos que remontarnos hasta 1869, momento en el que la Compañía Americana Limpiadora de Alfombras fabricó el primer aparato. Estaba compuesto por una caja de madera que funcionaba accionando una palanca que tenía en la parte superior de la caja.
Casi treinta años después, en 1898, H. Cecil Booth ideó un nuevo aspirador, este de metal, que expulsaba aire sobre las superficies a limpiar. El polvo y la suciedad que levantaba ese aire acababa depositado en la caja, aunque, como es lógico, el polvo que acababa en la caja era mucho menor que el que volvía a depositarse en el suelo. Habrá que esperar tres años para que viera la luz el aspirador de polvo, un gran electrodoméstico que contaba con un filtro para retener la suciedad que aspiraba y un motor. A esta aspiradora, que fue bautizada como Puffing Billy, le siguió la Trolleyvack, que, aunque más pequeña, resultaba aún compleja para la limpieza doméstica debido a su tamaño.
La primera aspiradora portátil es de 1905, aunque, como las anteriores, tanto su tamaño como su excesivo peso la hicieron caer pronto en el olvido. Será Murray Spangler quien invente y patente la aspiradora portátil que se considera precursora de las actuales, ya que dio origen a las aspiradoras de trineo de hoy en día; este electrodoméstico funcionaba ya con electricidad y tenía un tubo para aspirar y un ventilador para que saliera el aire de la aspiradora por la parte trasera a través de una rejilla. Este aire ya salía filtrado gracias a una bolsa de papel o tela. Las más modernas incluso tenían cepillos móviles y todas llevaban ruedas, menos un modelo fabricado a comienzos de la década de los 50 que se quedaba suspendido debido a la fuerza del aire que expulsaba.
Eso es lo que pasaba en Estados Unidos mientras en el Viejo Continente las aspiradoras Nilfisk, también eléctricas y portátiles, comienzan a dominar el mercado europeo. Este es el panorama que estará vigente hasta los años 60, cuando la demanda de la aspiradora en los hogares aumentó considerablemente, no solo por sus propiedades limpiadoras, sino que también por sus propiedades higiénicas.
En la actualidad los modelos de las aspiradoras han buscado adaptarse a las inquietudes actuales propias de una sociedad que busca que la tecnología sea cómoda, sencilla, autónoma y responsable con el medioambiente. A los tradicionales aspiradores tipo trineo, los de toda la vida, se han sumado, durante estos años, las aspiradoras con depósito que funcionan sin bolsa, las aspiradoras que son escobas a la vez y, en los últimos años, las aspiradoras robot.
Pero, como hemos dicho, no solo cambia el sistema, sino que se ha investigado el uso que este aparato tiene en nuestra salud, sobre todo teniendo en cuenta el incremento de enfermedades asociadas a las vías respiratorias y de alergias. Los sistemas actuales funcionan ya con filtros HEPA, realizados en fibra de vidrio, o con tecnología multiciclónica, sistemas que retienen eficazmente las partículas y devuelven el aire limpio y completamente purificado.
Muchas de ellas ya cuentan con sistemas de ahorro energético y otras tantas aspiran tanto en posición horizontal como vertical (aspiradores 2 en 1). Ventajas que buscan ayudar en la limpieza a la vez que purifican el aire que respiramos.