El mecanismo de limpieza de las fosas sépticas
Artículo revisado por el Comité
Las empresas de limpieza destinadas al mantenimiento de esta clase de pozos sépticos llevan a cabo su higiene mediante el uso del bombeo.
Mantener la limpieza de este tipo de mecanismos higiénicos, así como desatascarlos en momentos en los que sufren fallos técnicos, es fundamental para evitar que se produzcan tanto malos olores como mayores problemas residuales. De ahí la necesidad de contratar a una empresa que ejerza este tipo de limpieza con la máxima profesionalidad, ya que de su mala higiene pueden derivar numerosos riesgos sanitarios.
El principal mecanismo de este tipo de fosas es la decantación, a través de la cuál se paraliza y se contiene el agua residual. De esta forma, debido a la estancación, se hunden los sedimentos más sólidos y flotan el resto de impurezas. No obstante, es necesario que el agua negra permanezca en este tipo de situación durante al menos un día entero, ya que de lo contrario es más difícil que los sólidos retenidos en el pozo séptico empiecen a descomponerse.
Una de las principales características de este tipo de fosas es que no precisan de elementos químicos ni biológicos añadidos para disolver los sólidos. De ahí que, durante al menos tres años, esta clase de pozos residuales puedan contener en su interior y de forma segura la acumulación de materia sobrante. Cuando la suciedad alcanza el límite del depósito establecido para este tipo de residuos, es fundamental que se acuda a un servicio de limpieza profesional que retire correctamente todo su contenido.
Las empresas de limpieza destinadas al mantenimiento de esta clase de fosas sépticas llevan a cabo su higiene mediante el uso del bombeo. El procedimiento más habitual consiste en la retirada de la parte líquida del tanque y su posterior reinyección desde la parte baja del depósito. Suministrando la máxima presión posible a través del agua, se consigue un vaciado y una limpieza completa de todo el tanque.
En la mayor parte de los casos, cuando los residuos sólidos superan el límite del pozo establecido para su deposición, el agua no consigue descomponer con la misma velocidad y de forma natural este tipo de residuos, por lo que acaban adentrándose en el sistema de filtrado. Por este motivo es fundamental que el vaciado de la fosa séptica se lleve a cabo en los plazos establecidos, que variarán en función del tamaño del pozo, de su capacidad o de la cantidad de materia residual que generen los miembros de esa familia.