Desatascos: trucos y remedios caseros

Los atascos domésticos son accidentes que ocurren con más frecuencia de la que pensamos. Los restos de comida o desechos que se cuelan por el desagüe pueden ocasionar problemas en las tuberías. Estas se obstruyen y el agua se estanca, provocando un atasco.

Porque nunca sabemos cuándo puede sucedernos, es importante que conozcamos algunos trucos para desatascar nuestras tuberías cuando estén obstruidas. Uno de los más habituales para desatascar el fregadero es emplear el típico desatascador de goma. Funciona en la mayoría de los casos, por lo que no está de más que contemos con uno en nuestra vivienda. Para que sea efectivo tenemos que colocar la parte que actúa como chupón sobre el desagüe, para que cree una especie de vacío que, cuando bombeemos, consiga mover los restos que impedían el paso normal del agua por la tubería.

El desatascador de goma resulta muy efectivo para desatascar fregaderos, lavabos, etc., pero si se nos ha atascado el inodoro tendremos que emplear otro método. En este caso, recurriremos a un trapo viejo o una toalla que no nos sirva, que colocaremos en el fondo de la taza, enrollada para que se introduzca por el codo del desagüe y haga vacío allí. Tendremos que emular la acción de bombeo que se produce con el desatascador, sacando y metiendo el trapo hasta que notemos que el desaguadero funciona bien.

Si tenemos bicarbonato en casa o levadura química, podemos verterla por el desagüe junto a medio vaso de vinagre. Esta mezcla hará que se ablande la suciedad adherida a las paredes de las cañerías que impide que por los conductos fluya el agua con normalidad. Tras echar sendos productos, dejaremos pasar un cuarto de hora antes de verter agua hirviendo. Es muy importante que completemos este proceso con el agua hirviendo pues esta será la encargada de despegar y limpiar las tuberías para que el desaguadero fluya correctamente. Lo cierto es que el truco del bicarbonato y el vinagre sirve tanto para desatascar tuberías como para limpiarlas, por ello podemos emplearlo de manera habitual.

Para evitar que los atascos se produzcan, además de impedir echar restos de comida por el fregadero, es menester que realicemos una limpieza de los conductos. Para una limpieza profunda, lo primero que haremos sería recurrir a la mezcla de vinagre y bicarbonato que, junto al agua hirviendo, eliminará los restos de suciedad pegados a las paredes. Esta limpieza podemos realizarla una o dos veces al año. Además, una vez cada quince días podemos llevar a cabo una limpieza de mantenimiento con agua caliente y sal.

También podemos limpiar la tapa del desagüe del fregadero o lavabo, ya que en esa zona suelen acumularse muchos desperdicios. Aprovechando que tenemos el desaguadero destapado, limpiaremos también el sifón. Para ello, lo sacaremos y lo meteremos debajo del grifo para lavarlo con agua caliente. No debemos olvidar colocar un barreño o un cubo que recoja el agua que caiga cuando quitemos el sifón.

Si seguimos estos consejos, nuestras cañerías funcionarán correctamente. No debemos olvidar que es importante prestar atención a los desechos que tiramos por el fregadero. No pueden verterse por el desagüe ni pinturas ni aceites caseros, pues crearán una capa en las paredes de las tuberías que impedirá el correcto paso del agua.Y por supuesto, nada de comida.