Cómo limpiar obras de arte
Artículo revisado por el Comité
La modernización en el uso de las técnicas a la hora de limpiar obras de arte no deja de avanzar día a día. Lo más novedoso ha llegado de la mano de Investigadores del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio y el Centro Avanzado de Microbiología de Alimentos de la Universidad Politécnica de Valencia, los cuales han conseguidos, a través de varias investigaciones restaurar y limpiar importantes obras de arte mediante el uso de bacterias.
La modernización en el uso de las técnicas de limpieza a la hora de limpiar obras de arte no deja de avanzar día a día. Lo más novedoso ha llegado de la mano de Investigadores del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio y el Centro Avanzado de Microbiología de Alimentos de la Universidad Politécnica de Valencia, los cuales han conseguido, a través de varias investigaciones restaurar y limpiar importantes obras de arte mediante el uso de bacterias.
Con el paso del tiempo, éstas obras de arte generan en su superficie una antiestética costra blanca, la cual surge a partir de la acumulación de sales que se han cristalizado. Ésta costra provoca un deterioro paulatino de la superficie, lo cual puede provocar el desprendimiento de la pintura en algunos casos con el consecuente deterioro de la obra.
Para eliminar ésta costra de sales cristalizadas se ha creado un gel restaurador a base de unas bacterias determinadas que se comen la costra. Tal y como explica la Dra. Pilar Bosch, encargada del estudio “el gel actúa en la superficie evitando que la humedad penetre en profundidad en el material”, de ésta forma y tras tres horas y media aproximadamente desde su aplicación se retira el gel, se limpia y se deja secar. Las bacterias al perder el contacto con la humedad mueren.
Ésta técnica, al contrario de lo que ocurre con la utilización de otros productos químicos, no es agresiva ni para la persona ni para el medio ambiente, y ademas no daña ni altera en ningún caso la composición de la obra de arte.
No se descarta continuar la investigación para poder aplicar éste gel en otras superficies diferentes a las pinturas, bien con el uso de éstas mismas bacterias, o con otras diferentes que actúen eficazmente sobre los restos acumulados en otro tipo de materiales.
Actualmente se está llevando a la práctica la técnica en la Iglesia de los Santos Juanes de Valencia, concretamente en los frescos realizados por Antonio Palomino, que corresponden al siglo XVII.
Una opción muy útil y rápida que conseguirá que grandes obras de arte luzcan con toda su belleza y encanto original.
Foto: Cetrería Online