¿Sabes cómo organizar la limpieza de tu hogar?
Artículo revisado por el Comité
Iniciamos una serie de artículos relacionados con el hogar: su limpieza, su mantenimiento, pequeñas reparaciones. Esperamos que les sea útil.
Mantener la casa limpia es una cuestión de "prevención" más que de "cura". Pero la limpieza no lo es todo, y una casa inmaculada no es automáticamente feliz. No deje que las tareas domésticas gobiernen su vida, le se con vierta en un/una mártir de la casa.
La limpieza es totalmente necesaria en algunos lugares como la cocina y el cuarto de baño. Con toda seguridad, una casa limpia le hará sentirse mejor. El objetivo debería ser encontrar un sistema para limpiar eficientemente con el menor trabajo posible. Sea disciplinado/a con la limpieza. Siga una rutina, pero no se deje dominar por ella. Nunca se deprima si su casa no está perfectamente limpia. Nadie consigue la perfección, por mucho tiempo que le dedique; y además, la perfección en limpieza sería muy aburrida. El secreto está en lo siguiente: no dejar nada desordenado demasiado tiempo, especialmente si vive en un pequeño apartamento, y no amontonar demasiadas cosas, pues, sino, se agotará el espacio de los armarios y todas las cosas que deberían ir dentro, terminarán tiradas por el suelo o encima de las mesas, haciendo que sea imposible limpiar la casa.
Al cambiar de casa tenga en cuenta que las casas nuevas son más fáciles de limpiar que las viejas, en las que el polvo se ha metido por todos los rincones a lo largo de los años.
Consejos para reducir al mínimo la limpieza de la casa
- El Hábito de recoger las cosas conduce a la limpieza; por lo tanto, acostúmbrese. Una casa ordenada parece más limpia.
- Recoja al momento todo lo que caída, incluyendo las migajas; así, impedirá que se formen manchas difíciles de quitar.
- Ponga a la entrada de la casa un buen felpudo, preferentemente uno que encaje bien en el vestíbulo; de esta manera entrará menos suciedad.
- Acostumbre a toda la familia a quitarse los zapatos a entrar en casa o, al menos, a cambiar el calzado.
- Consejo verde. Limpie todas las superficies con frecuencia para que la suciedad no se pegue a ellas; así, luego no tendrá que utilizar sustancias químicas peligrosas.
- Algunas partes de la casa necesitan una limpieza frecuente; otras, no. No haga trabajos innecesarios.
- Los suelos de madera barnizados son más fáciles de mantener límpidos; los encerados dan mucho más trabajo.
- Asegúrese de que todo el mundo contribuye, en parte, a la limpieza diaria de la casa; a los niños se les debe enseñar a mantener limpias sus habitaciones cuanto antes. A no ser que éstos sean muy pequeños, todos deberían colaborar en pasar la aspiradora o en barrer y en fregar los platos, especialmente si todos trabajan.
Prioridades
- Pase la aspiradora o barra sólo cuando sea necesario; las moquetas muy caras pueden estropearse si se pasa la aspiradora frecuentemente.
- La cocina y el cuarto de baño son las dos habitaciones en las que la limpieza es fundamental. Limpie el inodoro, el baño y el fregadero todos los días; friegue el suelo de la cocina con tanta frecuencia como sea posible.
Padres con niños pequeños
- Pueden dejar que los niveles de limpieza estén por debajo de lo normal sin sentirse culpables. Es mejor pasar el tiempo con los niños, que andar detrás de ellos recogiendo las migajas que tiren y sus juguetes.
- Al irse a la cama recoja todos los juguetes en una cesta y guárdelos en su sitio. Después; pase la aspiradora por encima, si realmente se necesita. Así, por la mañana podrá empezar el día con todo limpio. Ni vuelva a pasar la aspiradora hasta la noche siguiente; simplemente, recoja las migajas del desayuno y de la comida, y limpie la cara y los dedos de los niños inmediatamente después de cada comida.
- Mantenga los suelos donde juegan los niños relativamente limpios, pero nunca busque la perfección, pues será imposible y le provocará mal humor.
- Cuando vaya limpiando lleve una cesta para recoger los objetos que estén tirados, luego podrá colocarlos con facilidad.
- Cumpla siempre esta norma de oro: hay que comer siempre en la cocina o en el comedor, nunca en el salón ni en los dormitorios. Así la suciedad se concentrará en una parte de la casa.
- Deje los trabajos penosos, como limpiar las ventanas o el frigorífico, para el fin de semana, cuando su cónyuge puede llevarse a los niños fuera, o entreténgalos usted mientras su cónyuge limpia. No se preocupe demasiado por la limpieza de las cortinas y de la tapicería; hágala cuando pueda.
- Friegue y esterilice los biberones del bebé nada más utilizarlos para impedir el desarrollo de las bacterias; tampoco deje los platos y tazas de los niños sin fregar, especialmente si hay animales en la casa.
- Lave la ropa de cama y los pijamas de los niños al menos una vez a la semana, y, preferentemente, con más frecuencia. A los niños que todavía mojan la cama hay que cambiarlos todos los días.