Cómo realizar el trabajo de limpieza en un hospital

Los hospitales son instalaciones en las que la limpieza y la desinfección son completamente imprescindibles. Por ello, es importante que tanto los profesionales como las empresas que se dedican a ello conozcan todos los protocolos y las pautas que hay que seguir para, además, no entorpecer o interferir de alguna forma en el trabajo del resto del personal médico.

Algunas de las indicaciones más importantes que hay que tener en cuenta pueden ser:

• Teniendo en cuenta que en los hospitales está prohibida cualquier tipo de limpieza en seco, ésta deberá realizarse siempre con agua y una serie de productos recomendados.
• Los productos que deben emplearse para desinfectar las superficies (suelos, paredes, mesas, sillas, encimeras, etc.) son los aldehídos, fenoles e hipoclorito –que debe diluirse en agua fría al 10% en las zonas más críticas y al 20% en el resto, y no emplearse nunca para limpiar superficies metálicas porque las deteriora-.
• En cualquier caso, siempre deben seguirse las indicaciones que aparecen en todos los productos para evitar cualquier tipo de problema que pueda generarse tanto en las superficies a tratar como en la salud de la persona que lo emplea.
• Las superficies deben limpiarse de arriba hacia abajo, horizontalmente y en forma de zig-zag. Además, debe irse avanzando desde dentro hacia afuera para evitar ensuciar los espacios al terminar.
• Cada vez que se realiza un cambio de habitáculo hay que renovar el contenido del doble cubo que se emplea normalmente.
• En las zonas de quirófano e intervenciones quirúrgicas hay que prestar una especial atención según el momento en el que se desarrolle el trabajo de limpieza.

Así, por una parte debe realizarse una limpieza general una vez por semana para mantener adecentados los almacenes, los vestuarios, los pasillos, etc. Por otra parte, es fundamental que, entre una operación y otra, se lleve a cabo una limpieza de todas las superficies, incluido el suelo, con paños humedecidos en el desinfectante correspondiente. Y, por último, al terminar cada jornada hay que realizar siempre una limpieza y una desinfección a fondo de todas las superficies y elementos del área quirúrgica –desde las paredes y los suelos hasta los armarios, las rejillas del aire o las lámparas-.

• Una vez completada la limpieza deben guardarse todos los elementos empleados en la misma perfectamente desinfectados, aclarados y escurridos.

FOTO: SPRIMSOL