Limpiar el suelo de la terraza. ¿Cómo conseguir que quede reluciente?
Artículo revisado por el Comité
Hay muchas partes que se deterioran, pero sin duda son los suelos los que peor parados salen.

Durante el invierno apenas salimos a la terraza. Salvo regar las plantas que en ella podamos tener, la terraza se convierte en un espacio expuesto a los agentes meteorológicos, por lo que a menudo sufre las consecuencias de las lluvias, el viento y el exceso de humedad de estos meses.
Todo cambia con la llegada de la primavera. Los días se hacen más largos y las temperaturas son más cálidas, lo que invita a pasar más tiempo en espacios exteriores, gozando del buen tiempo. Es ahora cuando aprovechamos para limpiar nuestra terraza y poder comenzar, de este modo, a disfrutar de este espacio tan singular.
Da igual el tamaño que tenga. Cualquier espacio es bueno para convertirlo en lugar de esparcimiento, aunque solo sea para deleitarnos con un café en una pequeña mesita. Sin embargo, hay muchas partes que se deterioran, pero sin duda son los suelos los que peor parados salen.
¿Cómo podemos conseguir que quede reluciente?
Estos son los pasos a seguir para conseguir que el suelo quede impecable. Empezaremos por barrer a conciencia los restos de hojas y suciedad. Aunque sea esta una tarea que hayamos hecho en múltiples ocasiones durante la época invernal, ahora tendremos que hacerla en profundad. Lo mejor, emplear un cepillo duro, que aguante la singularidad de este tipo de suelos.
Una vez hayamos barrido, procederemos a fregar su superficie con agua y un producto de limpieza específico. Cada tipo de suelo requiere de un producto de limpieza determinado. En líneas generales, la mayoría de las terrazas presentan suelos de barro cocido. En estos casos, solo necesitaremos añadir un poco de lejía al agua de nuestro cubo y pasarle la fregona atentamente. Los restos que puedan haberse quedados pegados al suelo, y que no hayan sido recogidos durante el barrido, pueden despegarse con la ayuda de un cepillo para fregar, que "frotará" la superficie de las baldosas, eliminando las manchas más profundas y arrancando la suciedad adherida al barro.
Si nuestro suelo es de madera, es necesario que apliquemos otros productos. En estos casos lo mejor es usar blanqueador oxigenado con agua, que, al ser un limpiador ecológico, no estropeará la madera. Si no está sumamente sucia, o incluso para mantener la limpieza de nuestro suelo, podemos hacer uso de un limpiador a presión, que desincrustará la suciedad adherida a la madera, así como la que se introduce entre las juntas del suelo.
Si lo que tenemos es un suelo de ladrillo, limpiarlo con agua y un jabón neutro suele dar muy buenos resultados. También podemos mezclar en un cubo de agua esencia de pino o trementina con aceite de linaza, mezcla que proporcionará un brillo muy especial a este suelo. Otra opción es añadir un tapón de suavizante al agua y frotar el suelo con un cepillo para fregar.
Aunque no es habitual, algunas terrazas cuentan con suelos de cemento o piedra. En estos casos, lo correcto es usar amoniaco, vinagre o jabón neutro en nuestra agua.
No nos podemos olvidar de limpiar también las barandillas, ya que el material del que suelen estar hechas suele acusar mucho el desgaste de la lluvia y la humedad. Lo primero, quitar el polvo con un trapo seco. Luego, dependiendo del grado de suciedad que tenga, podemos usar solo agua tibia con jabón neutro o bien recurrir a productos más fuertes, como detergente no alcalino, si se tratan de barandas de aluminio. Si están oxidadas, tendremos que lijar el óxido. Lo ideal en estos casos es volver a pintar la barandilla.
necesito saber si hay algún producto para que, cuando llueve barro, el barro quede en el fondo del cubo al enjuagar la fregona