Fumigación supervisada, la mejor solución para terminar con las plagas

Estos productos requieren en su aplicación de una supervisión exhaustiva, sobre todo porque la fumigación de nuestro local o vivienda debe ser en cualquier caso un acto responsable y consensuado que no ponga en peligro la salud de ninguna de las personas que habitan o trabajan en ella. La aparición de este tipo de plagas puede ser del todo inesperada, por este motivo es fundamental acudir a un especialista que identifique qué tipo de ser vivo ha invadido nuestro espacio y cuál es la mejor forma de eliminarlo.

Una de las mejores armas para detectar la presencia de este tipo de problemáticas domésticas es prestar mucha atención. Y es que la mayor parte de invasiones dejan tras de sí rastros del todo inconfundibles. En el caso de la carcoma, que resulta una de las plagas más difíciles de tratar porque ataca directamente a los muebles sin importar el tipo de madera, ésta provoca la aparición de pequeños agujeros sobre las piezas del mobiliario. Acostumbra a posar sus huevos en el interior de las grietas o en los recovecos de puertas y ventanas, por lo que el desgaste y la antigüedad de estos objetos facilitan su ocupación. Por el contrario, las plagas de roedores pueden hacerse visibles gracias a la presencia de excrementos, mientras que las cucarachas, uno de los insectos más resistentes, esconden tras de sí una gran colonia que debe ser exterminada cuanto antes.

Cuando la aparición de la plaga es puntual y está localizada, la fumigación en polvo se convierte en una de las mejores opciones para concluir con su eliminación. Ésta puede colocarse en puntos estratégicos como cocinas, comedores o cuartos de baño y no precisa en ningún caso de desalojo, puesto que no es tóxica, aunque debe aplicarse siempre en lugares en los que no exista una gran humedad. La fumigación con líquido, que tampoco es venenosa para el hombre, es excelente para atacar de una forma más precisa, puesto que puede inyectarse en lugares de difícil acceso. Por el contrario, la aplicación de gas o insecticida debe ser supervisada con mayor atención, ya que éste deja residuos en el ambiente que pueden resultar peligrosos si se respiran. Por ello es imprescindible desalojar el área durante el tiempo adecuado, un cálculo que debe ser realizado por personal especialista.