La procesionaria del pino, todo lo que debes saber para prevenirla
Artículo revisado por el Comité
Hoy hablamos de Thaumetopoea pityocampa o procesionaria del pino. Estamos en la mejor época para realizar tratamientos preventivos.
En toda el área mediterránea, desde febrero hasta abril, es habitual encontrarnos con largas hileras de orugas peludas en procesión en las áreas cercanas a pinares (montes, parques y jardines). Se trata de la procesionaria del pino.
Es un lepidóptero típico de áreas mediterráneas, distribuido por toda España, Francia, Italia, Turquía, Siria, Argelia, Egipto, Marruecos, Israel, etc. Afecta a todas las especies de pinos aunque sienten predilección por el pino canario, el pino laricio y el pino silvestre. Después pino pinaster, pino carrasco y piñonero y también habitan en cedros y abetos.
En verano aparecen los adultos en forma de mariposas de hábitos nocturnos. Tras el apareamiento, la hembra pone los huevos en forma de espiral sobre las acículas de los pinos. Transcurridos 30 o 40 días estos eclosionan, emergiendo las larvas (entre septiembre y octubre) que pasarán por 5 estadios diferentes sobre las ramas de los árboles, alimentándose al atardecer de los brotes más tiernos de los mismos y agrupándose en bolsones para refugiarse del frío durante el día, pudiendo soportar temperaturas de hasta -12ºC. Es en esta fase en la que causan los daños en los árboles, pudiendo llegar a causar graves defoliaciones en función de la densidad de la plaga.
Entre febrero y abril, las orugas bajan al suelo formando una fila, en procesión, siempre dirigidas por una hembra. Es en esta fase cuando causan reacciones alérgicas y urticantes en el ser humano y las mascotas por lo que deben considerarse un problema de salud pública y no una plaga forestal. Esto es debido a que poseen unos pelos urticantes que lanzan en forma de dardos cuando se sienten amenazadas, y que además pueden ser arrancados y arrastrados por el viento por lo que cuando la densidad es población es alta pueden causar reacciones alérgicas a causa de los pelos que hay en el entorno, sin necesidad de entrar en contacto directo con una oruga. Finalmente se entierran para formar una crisálida. De esta fase de pupa emergen en verano como adultos para cerrar el ciclo.
Hay distintos métodos para intentar combatir esta plaga, incluyendo físicos, químicos y biológicos, siendo la combinación de todos ellos la mejor forma de controlarla.